¡¡¡Hola!!! ¿Qué tal? No, no nos hemos olvidado de vosotros. Lo que ocurre es que estábamos preparando muchas sorpresas y hoy os enseñamos la primera de ellas.... La Primera Comunión de Ana.
A Ana la hemos visto crecer y como no podía ser de otra forma, queríamos estar presentes en uno de los días más importantes de su vida y de la nuestra porque era un gran proyecto y una gran responsabilidad Sabíamos que queríamos algo sencillo y con un toque vintage. Queríamos mucha madera y combinar el color preferido de la niña con el color blanco.
Todas estas ideas las plasmamos en el cartel y en el toque dulce de la bienvenida. También en la distribución de las mesas mandaron la madera, el bramante y unas sujeciones bastante antiguas e inusuales.
Nos encantan los libros de firmas pero para la comunión de Ana variamos el concepto porque, con cajas de colores, queríamos despertar la vena artística de los invitados y sobre todo de los niños y guardar cada recuerdo y dibujo, en una especie de cofre, como el verdadero tesoro que son.
En lo referente a los dulces, pensamos en algo distinto y tras darle muchas vueltas, decidimos que habría una mesa de chuches muy retro con toques de tienda antigua pero que las protagonistas iban a ser Ana y sus amigas, recuperando una figura salida de los años 20 del siglo pasado.
El cartel de bienvenida con un pequeño balcón con flores.
El toque dulce de bienvenida. Maquinas de chicles, piruletas y molinillos para jugar con el viento, mientras llega la protagonista del día.
Un plano general. Toques de color sobre el mantel y más piruletas y molinillos.
Madera, bramante y sujeciones antiguas.
Despertando a los artistas que los invitados llevan dentro.
El cofre del tesoro.
El tesoro. Los recuerdos y dibujos de un día inolvidable.
Las chicas que en los años 20 y 30 vendían duces y cigarrillos en cines y teatros nos inspiraron . Una bandeja con un banda para pasarla por el cuello, un sombrero y un gran cartel. Ingredientes para despertar sonrisas.
Detalles de las bandejas.
La mesa de dulces salida de las tiendas antiguas de tiempos de nuestros abuelos.
El recordatorio que se llevaron los invitados.
El cartel de despedida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario